Desde que empezamos nuestra campaña por la aprobación de la Ley de Basura Electrónica contamos con el apoyo muchísimas personas y hoy ya sumamos más de 100.000 adhesiones online en nuestra ciberacción. A más de un mes de comenzar este reclamo seguimos exigiendo, esta vez directamente al Presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, una solución al problema de las pilas usadas y todos los residuos electrónicos que hoy están contaminando el ambiente, representando una verdadera bomba tóxica de tiempo. Los medios de comunicación también tomaron nota de esta problemática y es así que estuvieron presentes tanto cuando llevamos una pila-bomba gigante al Congreso de la Nación, cuando instalamos allí un teléfono rojo y cabinas para que las personas llamaran directamente a los despachos de los diputados o cuando entregamos en el edificio una pinza y un manual gifgante para que sepan cómo deben desactivar la bomba de tiempo. El tiempo pasa y los diputados siguen sin reunirse para dar tratamiento a esta ley urgente. El reloj sigue corriendo y, al no actuar, el peligro aumenta.