El trabajo en negro y el trabajo infantil constituyen un componente orgánico de la producción del ingenio que de este modo terceriza casi todo el trabajo agrario.
La empresa "arregla" con los contratistas un pago "por tarea" miserable que solo cierra si se hace con mano de obra casi esclava y mano de obra infantil. El ingenio es absolutamente responsable de las condiciones laborales de los jornaleros tercerizados, tal cual lo dice la ley de contratos laborales en su artículo 29 y el propio convenio laboral del ingenio. No es como dice El Tribuno del 2 de abril que la responsabilidad es exclusiva de los contratistas. Salvo excepciones, los contratistas son también víctimas del ingenio.
El Tabacal maniobra, siempre en la línea de sostener el trabajo en negro y la explotación infantil. Obliga a los jornaleros a ser monotributistas con los que estos pagan sus aportes cuando son dependientes del ingenio. Los chicos ahora ingresan "clandestinamente". El ingenio ha parado las tareas para obligar a los trabajadores a reclamar el reingreso en cualquier condición.
Esta lucha abre el debate sobre el trabajo en negro que también el estado promueve. En Orán hay casi doscientos changarines que trabajan para el municipio y otros tantos beneficiarios de planes que trabajan en el hospital. Por esto es que el PO que se reclama la reincorporación de los jornaleros a las tareas paralizadas por el ingenio, blanqueo a cargo de este y con los materiales y la ropa adecuada. Vamos con todo a combatir al trabajo en negro en el municipio reclamando el blanqueo de todos los changarines y que la plata necesaria se incorpore en el presupuesto próximo a tratarse. |