DE NECESIDAD HABITACIONAL
Los arquitectos tenemos que estar en el territorio, conocerlo, para responder y aportar a los problemas habitacionales de los sectores que no pueden pagar un servicio profesional que debiera ser brindado por el Estado, dice Julián Salvarredy, miembro del taller de Proyecto Social, una cátedra libre de la Facultad de Arquitectura de la UBA, donde se hace hincapié
en la funcion social del arquitecto.
Coordinador de los Consultorios de Arquitectura para la comunidad, con los que realizó trabajos en el barrio San Cristobal, Salvarredy, trabaja en el barrio María Elena, de la Matanza, Explica que el concepto de consultorio, desarrollado por el arquitecto Rodolfo Livingston, promueve una relación de pares con el cliente, para generar un trabajo participativo, que brinde herramientas para comprender las necesidades y desarrollar la solución de manera conjunta.
¿Cómo trabaja el taller?
Trabajamos con situaciones habitacionales de necesidad o precariedad. La perspectiva es en relación con los sectores que no pueden acceder a los servicios profesionales, que debería estar vínculado al Estado, pero el Estado no tiene programas de ese estilo. Nnuestra referencia es el servicio de salud pública, ya que las respuestas a los problemas habitacionales deberían tener un sistema de salud. El camino para fortalecer esa idea es que los sectores de la comunidad que se organizan exigiendo soluciones habitacionales, incorporen a su reclamo la necesidad de asistencia profesional.
¿Cuál debería ser el rol del arquitecto?
La práctica profesional necesita una formación que contemple el contexto histórico, la estructura de la sociedad y la cultura de las personas con las que trabajamos, cosas que en la carrera en general no se ven y se resuelve un rol profesional diferente acorde con las necesidades de las clases pudientes. Hay un debate ideológico de fondo sobre que es la arquitectura y que es lo que tenemos que hacer los arquitectos en un país con las inquietudes sociales que tiene el nuestro, como podemos trabajar para que esas inequidades no existan más y que pueda haber un desarrollo en el país. El trabajo junto con las organizaciones sociales, sin dejar de hacer la tarea específica de los arquitectos, aporta a lograr esa coherencia.