Como hemos explicado, en los últimos años se ha registrado un aumento significativo en la temperatura media anual. Como resultado directo de esto, nuestro planeta está experimentado una serie de cambios cuya magnitud apenas llegamos a entrever, pero que ya podemos identificarclaramente con un desequilibrio ecológico masivo y una pérdida de biodiversidad imposible de controlar.

• La tala descontrolada de grandes extensiones de selvas y bosques -por la madera, para pastoreo o para cultivo-, no sólo agota rápidamente la tierra, dejándola seca y pedregosa, sino que también priva al planeta de gran parte de su capacidad de absorción natural de dióxido de carbono, cada vez más abundante y gran agente del cambio climático.


• Están derritiéndose los glaciares y los polos, lo que ocasiona una elevación del nivel del mar y su temperatura. Y esto, a su vez, está generando inundaciones mortales, y un aumento muy importante en la frecuencia y fuerza de los huracanes (Como los recientes Katrina, Wilma, Rita y Mitch)


• El verano está prolongándose cada vez más, reduciendo las nevadas y alternando precipitaciones de una intensidad y frecuencia crecientes, con importantes períodos de sequía extrema.