A CORTO PLAZO
La comunidad científica ha establecido que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en combustibles fósiles siguen aumentando al ritmo actual, antes de 2050 las concentraciones de gases invernadero se habrán duplicado respecto a las pre-industriales. Incluso si se lograse estabilizar esta concentración ahora mismo, debido a la inercia con la que responde el sistema climático, las consecuencias funestas para el planeta ya son inminentes.

MAPA TÉRMICO PROMEDIO DEL PERÍODO 1980-1999 -------------------> MAPA TÉRMICO PREVISTO PARA EL PERÍODO 2080-2099

EL PRONÓSTICO PARA NUESTRO PAÍS

 

Argentina verá las consecuencias del cambio climático. Gran productor de metano, 14 modelos climáticos prevén una suba de 1,5 ºC más en el norte y 0,7ºC en el sur para 2030.

 

El mar podría subir otros 50 cms, y las pérdidas costeras sumarían 5000 millones y 3400 km2 de tierra. En el Río de la Plata los vientos soplarán cada vez más desde el SE, aumentando la frecuencia e intensidad de las sudestadas, con anegamientos más seguidos y extendidos.

 

Se prevé aún más eventos extremos -fuertes tormentas, tornados y granizo- y aunque el monto de lluvia anual disminuirá, no su intensidad y frecuencia. Por el desmonte, esto provocará desertificación y serios problemas agrícolas.

 

Se afectará la salud al extenderse las fronteras de algunas enfermedades; sin las defensas apropiadas, los habitantes de las zonas alcanzadas serán muy vulnerables.

 

Así, aún con las predicciones más optimistas, los cambios están ocurriendo más rápido que nunca en la historia y supondrán un gran impacto a humanidad. Esta perspectiva alerta ante posibles consecuencias productivas y económicas, y requiere medidas urgentes.

Durante el siglo XXI se prevén aumentos de 1,4 a 5,8 ºC en la temperatura, y con el consecuente derretimiento de los hielos, una suba de 15 a 80 cm. en el nivel de océano. Sin políticas para frenar el cambio climático, algunos arriesgan valores de hasta 6,3 ºC y 88 cm. respectivamente. Éstos pronósticos nefastos derivarían en cambios a gran escala -y probablemente irreversibles- en el clima, resultando en un impacto de alcance global.
  • Reducción masiva de los hielos: del 11% de la superficie que cubren, la mitad se fundirá.

  • Aumento inminente del nivel del mar -ya mencionado- de hasta 88 cm.: desaparecerán todas las zonas costeras por debajo de esa altitud, donde actualmente viven 100 millones de personas.

  • Aceleración del calentamiento global por la retroalimentación del ciclo de carbono en la biosfera.

  • Merma en la circulación oceánica que transporta agua caliente al Atlántico Norte.

  • Desprendimientos de carbono terrestre de regiones permanentemente congeladas e hidratos de metano en sedimentos costeros.
  • Las áreas desérticas serán más cálidas pero no más húmedas, lo que provocará graves consecuencias, sobre todo donde el agua escasea.

  • Estaciones lluviosas intensas y más cortas en algunas áreas, donde las precipitaciones aumentarán entre un 3 y un 15% y causarán grandes desastres.

  • Sequías mas largas e intensas en otras áreas, pudiendo convertirlas en desiertos y haciendo que muchas tierras de cultivo y sus respectivas cosechas se pierdan, reduciendo notablemente la producción mundial de alimentos.

  • Veranos cada vez más largos, donde la excesiva exposición del Sol podría causar lel desarrollo y/o expansión de diversas enfermedades.