"La noche de los Lápices"
Nos dieron ñoquis y nosotros pensábamos en los compañeros que estarían festejando en Pereyra Iraola

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"El objetivo de crear un lugar de memoria, donde se transmita y
explique lo sucedido alli durante la dictadura militar en la Argentina."

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Se conoce como Noche de los lápices a la desaparición y tortura, acaecida el 16 de septiembre de 1976 durante la dictadura conocida
como Proceso de Reorganización Nacional en Argentina, de siete jóvenes estudiantes de entre 16 y 18 años, en su mayoría militantes o ex-militantes de la Unión Estudiantil Secundaria (UES), que demandaban en la ciudad de La Plata el Boleto Escolar Secundario (BES), que había sido suprimido por el gobierno militar. El testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, ha sido fundamental para la reconstrucción y denuncia de estos hechos.

El testimonio del sobreviviente Gustavo Calotti

"Aquellos días fueron para siempre: han estado los 30 años"
Fue secuestrado una semana antes de la "Noche de los Lápices", pero se considera un sobreviviente de esa jornada. Para él, la historia oficial vació de contenido la verdadera lucha. Gustavo Calotti fue detenido el 8 de setiembre de 1976, una semana antes de la Noche de los Lápices, pero nunca dudó en definirse como un sobreviviente de esa noche trágica en que fueron secuestrados ocho de sus antiguos compañeros del secundario con quienes compartió, además, meses de tortura y prisión clandestina. "El Francés", como le decían entonces, había participado 1975 en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios en representación del Colegio Nacional de la Plata, en uno de cuyos patios un placa evoca a sus 94 alumnos y profesores asesinados o desaparecidos en esos años. "Se construyó una historia con el boleto estudiantil y se hizo de ésta un símbolo que vació el contenido", dice hoy a treinta años de distancia y algo menos de vida en Francia, donde trabaja como maestro. "En ningún interrogatorio se mencionó el boleto. Nos detuvieron por militar en organizaciones populares; lo que queríamos era hacer la revolución", asegura. En sus vacaciones de este año viajó a Argentina para testimoniar en el juicio al ex jefe de investigaciones Miguel Etchecolatz, reconocer su lugar de detención en el Pozo de Quilmes y, como siempre que está en La Plata, visitar a los amigos y recordar a sus compañeros que ya no están, y que son muchos. "Aquellos días fueron para siempre, han estado los treinta años", dijo evocando su cautiverio, que se inició en la jefatura de policía platense, donde cumplía tareas administrativas como cadete policial. "Las grandes manifestaciones por el boleto estudiantil fueron en 75. En ese entonces yo militaba en la UES con Claudio de Acha, que fue secuestrado la Noche; con Adela Segarra, que ahora es senadora provincial, y con Rubén Scaramilo, que desapareció un año más tarde. En el 76 ya estaba en otro ámbito", relató con la minuciosidad de quien no quiere equivocar detalle. ¿Porqué se considera un sobreviviente de la Noche? Yo siempre digo que no hubo una noche sino muchas, y que no fueron seis los desaparecidos sino muchos más. Y que también sobrevivimos muchos otros. La versión de la película es un recorte en el que el símbolo vació al contenido. El 16 de septiembre será recordado a partir de 2006 como el "Día Nacional de la juventud" ¿Cuál sería ese contenido? Yo empecé a militar a los 14 años, el año que mataron a los 22 guerrilleros en Trelew y que volvió Perón. Nosotros éramos producto de ese proceso: militantes populares, no del boleto estudiantil, queríamos hacer la revolución. En el relato "oficial" ni siquiera están los que dirigieron la luchas por el boleto. ¿Quiénes fueron? Quiero nombrar a "Patulo" Rave, que fue el alma mater del UES de La Plata y lo mató la Tripe A en diciembre del ’75 colgándolo de un puente. Después desaparece Abel Vigo, "Homero" y años más tarde, Alfredo Reboredo. Ellos no han tenido una fecha de homenaje. Tampoco los chicos secuestrados el 4 de setiembre del ‘76 en la puerta del Colegio Nacional. ¿Cuál era su relación con los chicos de La Noche? La militancia, aunque yo ya hubiera egresado. A mi me detiene el comisario Luis Vides, "Lobo", en la jefatura, donde yo era cadete. Me llevan a Arana y me torturan pidiéndome nombres pero nada del boleto. Allí había algunos secundarios que yo conocía, como Claudio de Acha y Horacio Húngaro. También cambié algunas palabras con Claudia Falcone, a quien yo no conocía pero me acuerdo que lloraba. Después nos trasladaron y ya no supe de ellos. ¿A dónde lo llevaron? El 23 de setiembre nos cargan en dos camiones. En el que iba yo fue al Pozo de Quilmes. Allí estábamos Emilce Moler y Patricia Miranda, secuestradas la noche del 16 y Victor Treviño, "chupado" a comienzos del mes y que luego desapareció. Al mes nos llevaron a la comisaría 3 de Valentín Alsina y allí nos encontramos con Walter Docters, que había militado en el secundario y luego se había recibido de policía, y a Nilda Eloy, que había estado en la Coordinadora. Luego llegó Pablo Díaz con José María Novielo. A todos nos blanquearon el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, pero seguimos presos a disposición del PEN un año más. ¿Qué es lo que más recuerda de esos días? Todos los que sobrevivimos nos acordaremos para siempre de ese 21 de setiembre del ’76 en Arana. Nos sacaron de la celda para lavarlas, nos pusieron de rodillas con los ojos vendados en un patio y nos sacaron por un rato las ataduras de las manos. Nos dieron ñoquis y nosotros pensábamos en los compañeros que estarían festejando en Pereyra Iraola. Pero, la verdad, aquellos días fueron para siempre, han estado los treinta años.