"No existe ninguna persona que no habite y no hay momento alguno en que no lo haga: habitamos todos
y habitamos siempre."
La presencia obligada y constante del habitar explica la dificultad en reconocer al habitar como un campo u objeto que demande una explicación, una teoría.
Está en la base de la propuesta la construcción de un saber,que hoy está, en algunas de sus dimensiones constitutivas, disperso en diversas disciplinas, pero que es necesario estructurar y completar en una teoría específica. Se trata de la construcción de la Teoría del Habitar.
La Teoría del Habitar establece un territorio conceptual
que sintetiza la interrelación dialéctica entre especialidad y socialidad. En este sentido, el habitar en tanto entidad cultural, significativa, histórica, es
irreductible a su consideración como fenómeno natural, indescifrable con las premisas de la causalidad
mecánica.
El diseño por su vinculaciones con las elaboraciones básicas de la socialidad y de la espacialidad está ineludiblemente ligado con las prácticas y los valores que asume una comunidad, con el pasado que recuerda y el futuro que anhela, en última instancia con el reconocimiento y la elaboración de su identidad.