ABANDONO

El abandono escolar es un fenómeno multicausal.Es erróneo creer que el abandono se genera por responsabilidad del alumno. Es necesario ampliar la mirada y sumar al desempeño particular de cada alumno, su contexto social y económico (tanto en cuestiones estructurales como las condiciones de vivienda, los ingresos materiales, el nivel de hacinamiento, la condición laboral de los padres; como en cuestiones que refieren al clima educativo del hogar. Tampoco es válido tomar sólo estos dos elementos (biografía individual y contexto socio familiar), sino que es preciso sumar las características de las escuelas a las que concurre (no sólo edilicias, sino también en referencia al cuerpo docente- capacitación, rotación, a los materiales didácticos, etc.)

La UNESCO sostiene que las causas del abandono escolar refieren en un 50% a cuestiones extra escolares y un 50% a aspectos escolares.

REPITENCIA

La escuela secundaria fue creada para un grupo selectivo de la sociedad y atada a la entrada a la universidad.

En el 50 solo el 10% de los jóvenes asistía al secundario, hoy ingresa cerca del 95%. Por lo tanto,

esta escuela, que en su infraestructura y propuesta pedagógica ha cambiado poco, recibe una masividad de alumnos muy distintos

en sus características sociales y culturales a la población para la cual fue creada. En este contexto, los altos índices de repitencia sostenido desde hace muchos años nos muestran serias dificultades en la educación que, la sociedad argentina tiene que asumir y sobre los que tiene que trabajar.

JOVENES

Los jóvenes que hoy ingresan a la secundaria son diferentes a sus alumnos históricos. En una reciente investigación acerca de la juventud argentina realizada el Banco Mundial (2008), se especifica que

la juventud hoy “conforma una parte desproporcionada de la población pobre de Argentina: el 31 por ciento de los pobres tienen entre 15 y 24 años, y representan el 17 por ciento de la población total. Apenas el 24 por ciento de los estudiantes de bajos ingresos completan la educación secundaria. (…).

La presencia de varios factores de riesgo – pobreza, violencia en el hogar, desempleo – aumenta la probabilidad de que la juventud se involucre en conductas riesgosas; que suelen dañar varias dimensiones de la transición a la adultez. La deserción escolar está relacionada con una temprana inserción en el mundo laboral, el consumo o abuso de alcohol, tabaco y drogas, y una mayor probabilidad de ser víctima de un delito”.