WHISKY DE MALTA

Es considerado el mejor whisky del mundo, se elabora a partir del 100% de cebada malteada.Se envejece en barricas de roble que anteriormente hayan contenido vinos de Jerez o Bourbon. La edad mínima para estos whiskies es de 3 años, pero podemos encontrar whiskies desde los 12 años de envejecimiento hasta muchos más.

La Fabricación del Whisky de Malta

Un whisky puro de malta se fabrica según un proceso antiguo y sólo a partir de tres ingredientes: cebada, agua pura y blanda de las Tierras Altas y levadura.

El Malteado

Se pone a remojar la cebada en agua y germina hasta que las ralces aparezcan. Durante la germinación, la cebada produce enzimas que hacen que el almidón de la cebada se convierta en azucares solubles. Se detiene la germinación tostando la cebada en el horno de malta o por encima de un fuego de turba cuyo humo da un sabor de turba al producto final.

El Remojo

Se muele la malta, y la cebada molida se mezcla con agua caliente, a continuación se vierte en una cuba llamada 'mash tun'. Se convierte el almidón soluble en un líquido azucarado llamado 'wort'(mosto) que se retira de la cuba para la fermentación.

La Fermentación

Después de enfriar, se traslada el mosto a cubas grandes llamadas 'washbacks' donde fermenta con levadura y se convierte en un líquido de baja riqueza alcohólica llamado 'wash'.

La Destilación

Se destila el 'wash ' dos veces en grandes alambiques de cobre. La primera destilación produce un líquido llamado 'low wines'. Se traslada este destilado a los alambiques de 'low wines' para producir aguardiente. En esta fase, es la habilidad del destilador la que da la calidad y el sabor tradicionales al whisky. Sólo se aprovecha la segunda fracción de la segunda destilación.

El Envejecimiento

Se deposita el aguardiente nuevo en toneles de roble que se guardan en las bodegas, y reposa durante varios años. Con el tiempo, el aguardiente pierde su acrimonia y toma el sabor delicado de un whisky de cuerpo, de un whisky puro de malta.

El Embotellado

Después de envejecer se reduce el whisky a la graduación alcohólica deseada por la adición de agua blanda. A continuación se filtra el whisky cuidadosamente y se embotella con maquinaria automática enbotellas que se sellan y se etiquetan. Se embalan las botellas para el envío.