El 15 de mayo, María Eugenia Casinelliy otras once abuelas firmaban un hábeas corpus colectivo en forma de carta, dirigida a la justicia de Morón.
Un fragmento de la misma dice:

(…) los bebés de nuestros hijos desaparecidos o muertos en estos últimos dos años. Algunas de estas criaturas han nacido de sus madres en cautiverio. Otra fue sacada de su hogar, que fue destruido. Hasta ahora todos nuestros esfuerzos han sido vanos. Las criaturas no han sido reintegradas a sus hogares, a sus familias. No sabemos ya qué hacer (...)