El otoño y la primavera son ideales para visitar Jujuy. Las temperaturas son agradables durante el día y las noches son más frías a medida que se sube a la Puna. Allí, en las noches de invierno, llega a hacer –15ºC.

En la época de lluvias (de noviembre a marzo). Los caminos en los valles y quebradas suelen ser interrumpidos por los llamados volcanes, lenguas de barro que bajan de los cerros por la acción del agua. Conviene informarse del estado de la ruta antes de partir.

Las comidas son muy económicas en relación con otras regiones del país. En la Puna hay que cuidarse para evitar el apunamiento, pero en la quebrada no hay que perderse las empanadas, los tamales, los quesos de cabra y la carne de llama. Un almuerzo en los comedores de la quebrada y de la Puna cuesta entre $3 y $6. Son variadas las comidas tradicionales y regionales que se encuentran en Jujuy, entre las más conocidas se pueden citar:

Anchi: comida muy dulce preparada con semola.
Api: hecho con mazamorra.
Calapurca: sopa muy picante.
Chalona: charqui de carne ovina.
Chancao: comida picante.
Chancaca: tableta de miel de caña.
Chicha: bebida de maíz fermentado.
Chilcan: bebida de harina de maíz, azúcar tostado.
Empanadilla: empanada pequeña.
Llista: tableta endurecida que se prepara con ceniza y papa.
Humita: pasta de choclo.
Pata de cabra: bebida que se prepara con aguardiente, chicha o vino.
Sopa de quinua: se prepara con el cereal de este nombre, ají, cebolla y ajo.
Tichtinchas: guiso picante de choclos charqui.

Detenerse al menos un día en  localidades como Tilcara y Humahuaca para ir aclimatando el cuerpo. No realizar esfuerzos físicos intensos. Caminar en forma normal, pero regular el ritmo si se agita. Elegir comidas de rápida digestión, ricas en hidratos de carbono, como pan, quezo y chocolate, y también ingerir frutas frescas. Tomar mucho líquido, especialmente agua.