Grandes de la literatura

La literatura, como toda actividad pública, estaba vedada a las mujeres. Ellas ejercieron su derecho a la escritura mediante seudónimos, o apropiándose de los géneros “privados”, las cartas y el diario íntimo. En la Argentina del Siglo XIX, podemos encontrar distintos ejemplos de publicaciones, revistas o novelas de mujeres que, afectadas y preocupadas por la situación política de su país, buscan respuestas y apuntan, a veces, a insertarse en el circuito de las voces dominantes.

La mujer escritora, la mujer emancipada que se mezcla libremente a la vida, que estudia a la par del hombre, colabora en los periódicos y saca a la luz sus libros, es un fenómeno propio del Siglo XIX. A partir de 1850, se animaron, a pesar de la resistencia del medio, y fundaron las primeras publicaciones periódicas femeninas, como “La flor del aire” (1864, escribían Eduarda Mansilla firmando como “Daniel” y Juana Manso), “La Ondina del Plata” (1875-1880, junto a Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla y Lola Larrosa de Ansalmo), “La Alborada del Plata” (1877, por Juana Manuela Gorriti) .

En el siglo XX, las progresivas conquistas de los derechos femeninos, el desarrollo creciente de la industria editorial, fueron ampliando la participación de las mujeres en la literatura. Pero aún quedan cuestiones pendientes para lograr el justo reconocimiento de la contribución de las mujeres en éste ámbito.