¿Aportó algo el Grupo Techint luego de
hacerse con SOMISA?

La tecnología de punta de la planta de San Nicolás fue producto de la capacitación y desarrollo del personal realizada por SOMISA antes de la privatización-regalo. Aún hoy en día (Grupo Techint) llama a ex-empleados para ciertas operaciones de mantenimiento, y la capacitación y la identificación con la empresa es mucho menor. Antes los trabajadores sentían a la empresa como propia y reconocían el valor estratégico y como logro de Argentina. Seguramente sus trabajadores y directivos hubieran conseguido un mejor nivel tecnológico que el actual de haber continuado su funcionamiento.

¿Se ha preocupado por los intereses
de la República Argentina?

Con sólo recordar el precio-regalo al que se vendió el tren laminador de chapa ancha a Brasil, que estaba íntegro en SOMISA en el galpón para instalarlo con sus puentes grúa, la destrucción del tren laminador de rieles de ferrocarril, la destrucción de los hornos Siemens Martin, la destrucción de galpones, stock de repuestos, documentación etc. podemos concluir que no. Es el ejemplo opuesto de lo que he visto en los trabajadores, éstos aunque sea con una máquina vieja y rota siguen produciendo. Es probable que si la hubieran dejado en manos de los trabajadores y el ESTADO hoy tendríamos todo lo que se rompió y aún más.

¿Qué otras ventajas tenía la actuación de SOMISA?

El desarrollo de proveedores locales y de las economías regionales. Establecían el precio del mercado, aseguraban la competencia entre laminadores. El grupo Techint creó así dos monopolios el de los planos, y el de los largos / redondos (acero para la construcción), Acindar hoy en manos de Acelor Mittal, la empresa siderúrgica más grande del mundo de origen Indio. Actualmente el mercado lo manejan dos empresas transnacionales cuyos objetivos son muy diferentes de la idea de la función estratégica concebida por el Gral. Savio para SOMISA.