Sobre la Isla

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¡Bienvenidos a Isla Maciel!

Un barrio humilde, pero peculiar, con conventillos de chapa y madera, de dos y hasta tres pisos en altura, construidos a fines del siglo XIX. En ese sentido, se asemeja al barrio porteño de La Boca sin las modificaciones y el mantenimiento que posee debido a su atractivo turístico, a diferencia de la Isla Maciel.

Se localiza territorialmente, en la Isla Maciel, partido de Avellaneda, distrito situado en la zona sur del primer cordón del conurbano bonaerense. Está separada de la ciudad de Buenos Aires, Capital Federal del país, por el Riachuelo, uno de los ríos más contaminados del mundo que constituye un límite, físico y simbólico, de fuerte presencia, que representa a la vez, identidad y condicionamientos para el barrio y sus habitantes.



Con una población de aproximadamente 8,500 personas con diferentes niveles de vulnerabilidad, la Isla ha sido, históricamente, un lugar destacado por diversas razones a lo largo de su historia. Así, a mediados del siglo XIX, constituyó el sitio que los habitantes de la Boca utilizaron para actividades de recreación y donde se localizaron quintas para la siembra y provisión de hortalizas. Para finales de ese mismo siglo, se localizó la primera empresa naviera (astillero), industria que luego, durante el siglo XX, se desarrollaría de gran manera junto con la curtiembre y la frigorífica, acompañando un tiempo de notable crecimiento del país.

Otra cara de la misma moneda, es la histórica identificación del barrio con la prostitución -llegando a considerarse lugar de cita obligada para jóvenes que buscaban su iniciación sexual- y marginalidad que, durante el siglo pasado caracterizaron y estigmatizaron (aún hoy) al barrio.

Todas estas “marcas” de la historia, hacen de la Isla un lugar con fuerte identidad en términos de trabajo, desarrollo y arraigo pero que, no obstante ello, es considerada por amplios sectores de la sociedad, “zona roja”, “triángulo de la muerte”, “territorio liberado para el delito y el crimen”, “prostíbulo”, motes que redundan, para sus habitantes, en mayor exclusión.



Si bien en los últimos años se avanzó como nunca antes en infraestructura (red cloacal, escuela secundaria, jardín maternal y jardín de infantes; refacción total del puente Nicolás Avellaneda, Ampliación de la salita del barrio, etc), viviendas (tres complejos), servicios básicos (conexión a agua potable, alumbrado público, etc), aún queda mucho por hacer. expresada en deficiente infraestructura social, de servicios.