El ser humano nace con la predisposición genética a los dulces para aceptar con facilidad la leche materna. Luego, esta preferencia muta hacia postres y bebidas azucaradas que, en exceso, traen problemas para la salud. Sin embargo, la misma naturaleza ofrece opciones, como la stevia, una planta que procesada sirve de endulzante sin calorías y que ya genera ganancias económicas para los países que la exportan en cantidad.
La stevia es un vegetal originario de América del Sur, principalmente de Paraguay, en donde al descubrir su dulzura los guaraníes la llamaron "hierba dulce". Una vez procesadas las hojas, el sabor es similar al del azúcar, aunque puede endulzar entre 50 y 300 veces más; tiene cero calorías y previene las caries además de colaborar con la regulación de la presión, en el caso de personas hipertensas.

"Es un edulcorante natural que se extrae y refina sin modificaciones químicas. Es ideal para personas con sobrepeso y diabéticas, porque regula los niveles de glucosa en sangre, y para quienes deseen limitar su ingesta calórica", dijo Marcela Leal, directora de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad Maimónides. Para Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni), "en dosis recomendadas no presenta efectos adversos, por lo que resulta una alternativa atractiva para quienes no desean sacrificar el sabor dulce al reducir el azúcar en la dieta".