Proyectos

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La historia comienza..
Hace algunos años que deje de ser secundario. Pero recuerdo claramente mi primer día en los Trabajos del TECHO. Ahí estaba yo, parado con mi bolso, un chuzo y una pala, sin entender mucho a que iba, que hacía allí y si finalmente tenía sentido perderme días de mis vacaciones de invierno la experiencia había sido profundamente transformadora. Efectivamente las condiciones, el clima y el duro trabajo físico me había.

Estaba en tercero medio y el mundo pasaba frente a mí con la mayor tranquilidad. Nada me perturbaba más que pasarlo bien con mis amigos, el carrete de fin de semana y una que otra actividad “chora” que podíamos organizar en el Centro de Alumnos. Era el mundo de Bilz y Pap!
Pero aquellos Trabajos en Arauco llovió como nunca. Llovió y llovió sin parar durante los 10 días que duraron las construcciones. El frío me calaba la ropa húmeda y me llegaba justo hasta los huesos. Comíamos mal, dormíamos poco y trabajábamos mucho. Y llovía, llovía sin parar. Conocimos a tres familias, tres historias de vida difícil, de sacrifico, de llanto. Finalmente fueron 3 mediaguas (hogares) que construimos con mis compañeros.

Cuando volví a mi casa, volví distinto. La experiencia había sido profundamente transformadora. Efectivamente las condiciones, el clima y el duro trabajo físico me había dado una gran lección… pero ojo, lo que más descolocó mi tranquila comodidad fueron sin duda las familias que conocí y los cuestionamientos que efectivamente las condiciones, y el duro trabajo físico me había dado una gran lección el TECHO me hizo..

Federico Artese