./ SABADO 12 DE MAYO. 11.00HS ! BUENOS AIRES, ARGENTINA.
El cantante y compositor edita el martes 11 su nuevo álbum,
“La lengua popular”. Además, cuenta que se siente querido
por la gente y por sus pares.
Llega distendido Andrés Calamaro a la cita con Clarín. En un
impersonal bar de Palermo, a sólo una cuadra de su casa, el compositor y
cantante tiene ganas de hablar de La lengua popular, su nuevo disco, que
saldrá el martes 11. Pantalones de jean, remera negra, pulóver gris Lacoste
y zapatillas azul eléctrico, lleva sus característicos rulos al viento,
la mirada limpia y a los ojos y su particular manera de hablar: ese pensar
una por una las palabras, matizadas con lenguaje que mezcla castellano
antiguo, argot carcelero y modismos españoles, y que suele rematarse
con un “¿verdad?”, que más que pregunta es una
afirmación hacia su interlocutor.
¿Por qué “La lengua popular”?
La felicidad también nos hace vulnerables, quebradizos
y poderosos. La vida es luces y sombras, y a todos nos
va a llegar la hora de enfrentar dificultades y el dolor
ajeno. Pero tampoco nunca estuve muy mal. Vivimos en el
país de los desaparecidos, de la gente sin trabajo, que
no tiene asistencia médica o que pasa hambre. Lo mido con
esa escala. Alguna vez un amigo me dijo que esperaba que
siguiera siendo “chistoso y valiente”. Y acá hay un par de
canciones que están escritas con ese agrio sentido del humor.
Parece un disco escrito desde la luz, contra otros
momentos de oscuridad que tuviste..
No tengo una explicación gloriosa para dar.
Parece uno de mis títulos fundacionales, como
Honestidad brutal o El cantante. Pero más que pensar en
el idioma hay que pensar en el músculo: la lengua stone, l
a lengua que siente el gusto, la lengua que da besos de lengua...
“La mitad del amor”, que habla del viejo Andrés
que no dormía jamás. ¿Eso derrumba el mito?
No era mi intención hablar tanto de mí. Ahora soy un
Andrés más viejo que duerme todos los días. Yo no sé
si el malevaje extrañado me verá como un gil laburante,
pero el viejo Andrés que no dormía jamás ya no hacía más
giras ni publicaba discos. No te olvides que a Lennon lo
mató un fan. Todos tenemos un Chapman que preferiría recordarnos
en un determinado momento. Un viejo socialista me dijo que optar
no es un privilegio; elegir, sí. Si puedo elegir no enfrentar las
responsabilidades como un agobio permanente, voy a elegirlo.
“EL ROCK AND ROLL NO ESTÁ HECHO PARA GUSTARME A MI... ”
Pasa de tema Calamaro y dice “el rock and roll no está hecho para gustarme a mí”.
Que tiene sentido que, promediando su cuarta década de vida (tiene 46), haya bandas q
ue le parezcan basura. Pero que el rock and roll es así. Y se la agarra con los
“rockeristas” que siguen viendo a los Redonditos de Ricota como un grupo nuevo.
“Por suerte Pettinato está metido en el periodismo y se va a ocupar, al menos,
de que Sumo sea considerado una leyenda”. Y fulmina: “Si vamos a hablar en serio,
yo ya me di cuenta de que en el rock no hay un Atahualpa Yupanqui, un Piazzolla, un
Gardel, un Homero Manzi. Si alguien tiene que ser considerado una figura poética,
respetada, importante, habría que buscar por el lado de Lito Nebbia o Spinetta..
Y vos, ¿dónde entrás?
Yo tengo el respeto de mis pares, que es para mí el verdadero éxito, y el cariño del
pueblo. El pueblo me conoce y no por verme en la tele, me conocen por haberme escuchado.
Aunque el debate musical está un poco degradado. Una forma rara de sentar precedente de
“cool” es andar diciendo lo que a uno no le gustó. Y yo, por ejemplo, entré al tango con
el permiso de Mariano Mores, de Virgilio Expósito, de Juanjo Domínguez. No tengo por qué
hacer una copia del varón del tango o de Néstor Fabián.
¿Hablando de familia... ¿Viste la película de Fito Páez, “¿De quién es el portaligas?”
Estuve un poco en el rodaje, acompañando a Julieta (Cardinali, su mujer). Actrices estupendas.
La Cardinali hace comedia dramática con mucha sensibilidad y encanto. Tengo ganas de
verla terminada. Espero estar en el estreno en Rosario. Fito es el único de los
músicos de rock argentino que se animó a filmar películas. Y acá se lo discute.
¿Y cómo llevás tu vida como padre (su hija, Charito tiene ocho meses)?
Tengo que confesar que no escribí 30 canciones en la sala de parto. Tal vez fui
demasiado hippie o demasiado poco hippie. Lo que te puedo decir es que no me había
preparado para una experiencia que va a durar toda la vida. Supongo que consiste en
eso, saber que es para toda la vida. Lo ideal sería que la familia esté junta y
queriéndose siempre, y no todo el mundo lo consigue. No quiero ni pensarlo, ni
como hijo ni mucho menos como padre. Pero sí puedo
decir que cuando sonríe me alegra el día.