Luchando unidos
por una educación pública
en Latinoamérica

VISION

En Juntos por la Educación tenemos como visión ser una organización referente en el compromiso con la defensa y promoción del derecho a una educación de calidad para todos y todas, como un derecho humano fundamental. Entendemos a la educación
como el motor para la transformación y desarrollo personal y comunitario, hacia un tipo de relaciones equitativas, no discriminatorias, participativas y hacia la construcción de un mundo que ofrezca oportunidades a todas las personas.

MISION

Nuestro principal objetivo es defender y promover el derecho a una educación universitaria de calidad, pública y gratuita. Queremos transformar la realidad en los países de latinoamérica que no cuentan con esta posibilidad y mejorar la situación en aquellos que la tienen.
Nuestro trabajo consiste en concientizar a estudiantes de toda América Latina sobre la importancia de este derecho, orientando de esta manera a todo aquel que esté interesado, a unirse la lucha, desde el rol que quiera y pueda.

CARTA DE PRINCIPIOS

Quienes formamos parte de Juntos por la Educación apostamos por la Educación, entendida como formación integral, participativa y comunitaria, ya que la consideramos:

Una necesidad básica
Mas allá de las necesidades ligadas directamente con la supervivencia, lo que nos distingue como humanos es la participación en la cultura, a la que sólo se llega a través de la educación.

Un derecho esencial
La educación es un derecho humano, recogido como tal en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y en la Convención sobre los Derechos de la Infancia (1989). Todos tenemos derecho a la Educación y a acceder a todas las oportunidades que permite sin ningún tipo de discriminación.

La llave del desarrollo
Contribuye decisivamente al bienestar de las personas y permite el acceso a formas de conocimiento técnico que pueden mejorar el bienestar propio y de los grupos humanos a los que pertenece y en los que participa. El acceso al conocimiento favorece la participación, la defensa de los derechos individuales y colectivos, aumenta la calidad de vida y reduce la dependencia de las personas y los grupos humanos respecto a diversas instancias de poder.