El hombre por su propia naturaleza, desde siempre ha necesitado comunicarse con los demás. Compartir sus emociones, demostrar sus afectos, comunicar sus necesidades, en definitiva, socializarse. Para esto, ha utilizado como medio privilegiado su voz. Es el habla y el canto, el que acompañado de la gestualidad propia de cada idea, le vincula con su entorno. “Quien habla bien, dice bien”. Por el contrario, quien no ha desarrollado sus capacidades de comunicación, generalmente se ve enfrentado a que la intención inserta en su mensaje no sea comprendida por su receptor debido, principalmente, a que no ha desarrollado y/o no ha sabido aprovechar todos los recursos expresivos de su voz. En los cursos que llevamos a las escuelas rurales, siempre dejamos en claro la importancia del canto y la interpretación con instrumentos para el desarrollo emocional de las personas. Por eso niños y maestros nos unimos para dar vida a incontables canciones de nuestro folklore nacional, en jornadas llenas de alegría y humor.