Oh Joy

Sorprendidos ante la falta de solemnidad del escritor Pablo Ramos, los chicos de la escuela Fishbach se le acercaron cuando terminó de leer el último capítulo de El sueño de los murciélagos. !


Uno de ellos, el más lector según la definición de sus compañeros, se le paró enfrente y le soltó: "Somos buenos pero ignorantes". Ramos lo abrazó y le regaló un ejemplar de su libro. El chico, en el último año de primaria, lo miró y le dijo: "Qué lástima, ya lo leí".