ANTECEDENTES
Asumió María Estela Martínez, quien no contó con capacidad de liderazgo en dichas circunstancias y habilitó la creación de una fuerza paramilitar denominada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) destinada a combatir la violencia de las organizaciones armadas de izquierda. Por entonces los militares y montoneros están entregados a la perversión de la violencia minoritaria. Paralelamente hay un crecimiento lento pero sostenido de la organización sindical que es observado con preocupación por el poder militar. Este sindicalismo de base no responde a las cúpulas burocráticas. De aquí el temido peligro de su anarquización. El gobierno constitucional, por su parte, nada hace por buscar apoyo en la civilidad. Tanto para los militares como para los Montoneros es apenas un colchón molesto que enturbia la verdadera situación de enfrentamiento. Si el g |
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En medio de este clima de lucha política y atentados terroristas la situación económica arrojaba como principal resultado un índice inflacionario del 500% anual. Por otra parte los Estados Unidos veían con gran preocupación el auge de movimientos y gobiernos de izquierda en América Latina que representaban la posibilidad de la expansión del comunismo y atentaban de hecho contra las posibilidades de acumulación de capital de sus empresas radicadas en el continente. De manera tal que la instauración de un nuevo orden social, económico y político que fuera funcional a sus intereses, era considerada como un objetivo primario de la política exterior norteamericana. En ese sentido la guerra contra la “subversión” era de algún modo una prolongación de la guerra fría contra los países de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. |
