La década del 60 fue un período de florecimiento cultural y modernización. Un reconocido núcleo de científicos e intelectuales se hizo cargo de las universidades estatales, actualizando la enseñanza y la investigación. Este clima de libertad cultural se reflejaba tanto en el cambio de costumbres cotidianas (aparece la famosa minifalda) como en la arquitectura y el arte plástico. El arte pop desembarca en Argentina, recién llegado de Inglaterra y Estados Unidos. Los artistas pop rechazaban los viejos cánones establecidos, intentando recuperar mitologías populares a través de la estética de los medios de comunicación, para romper con el estilismo de los mensajes artísticos tradicionales.