Tras las multitudinarias elecciones del 11 de Marzo de 1973, en las que participan 14.065.472 electores, la fórmula Héctor Cámpora-Vicente Solano Lima obtiene casi el 50 por ciento de los votos contra el 21 por ciento de Balbín (UCR) y el 15 por ciento de Manrique (APF). La UCR declarará que, dadas las cifras, no tiene sentido hacer un ballotage a nivel nacional(251). Éste se realizará, en cambio, en la Capital Federal y en catorce distritos del interior del país donde ningún candidato obtendría el porcentaje indicado por la ley. De esta manera, el radicalismo se impondrá únicamente en la Capital, donde su candidato a senador será el futuro presidente argentino de la tercera década infame en Argentina , Fernando de la Rúa, que derrotará a Marcelo Sánchez Sorondo del FREJULI. En un acto que contaría con la presencia de los presidentes de Chile, Salvador Allende, y de Cuba, Osvaldo Dorticós, junto a más de un millón de peronistas en Plaza de Mayo, Plaza Congreso y en los alrededores de la casa de gobierno, asumiría el presidente Cámpora luego de años de lucha y resistencia del pueblo argentino. El reloj de la historia no podría ser atrasado y la nación inaugurada en el año 1945 ingresaba nuevamente bajo el ocaso cultural del coloniaje de un régimen que crujía tras años de batallas, trincheras, humo, muertos y perseguidos y que parecía, caería definitivamente en desgracia. Las masas tendrían su nuevo 17 de octubre, pero como veremos, la posibilidad de garantizar el programa popular sería más compleja que antes y en poco tiempo, los sueños de los argentinos despertarían con una dictadura sangrienta. De los catorce distritos del interior donde debió recurrirse al ballotage, el FREJULI triunfó en doce; en Neuquén y en Santiago del Estero, la victoria correspondió a Sapag y al peronismo disidente de Carlos Juárez, respectivamente.
Retomando la argumentación en torno a las elecciones, el 22 de mayo de 1973 la Junta de Comandantes en Jefe y el Ministro del Interior, firmarían la ley por la cual se derogaría el estado de sitio en nuestro país y el 25 de mayo.

El Presidente Lanusse entregaría las insignias del poder a Cámpora en medio de una enorme movilización popular que abucheaba a los gobernantes salientes y, luego, por la noche, rodearía la cárcel de Villa Devoto.

Logrando la salida de numerosos detenidos políticos que en los años de proscripción del peronismo se habían multiplicado enormemente. Los nuevos ministros de la naciente gestión camporista, conformarían un gabinete más bien heterogéneo que trataría de mantener algún tipo de equilibrio entre los distintos sectores peronistas en pugna: como Ministro de trabajo fue designado Ricardo Otero; en Defensa y Justicia serían electos dos peronistas tradicionales, Ángel Robledo y Antonio Benítez; en Educación, Jorge Taiana, que venía del tronco del peronismo tradicional pero que mantenía buena relación con los sectores combativos de la Juventud Peronista
La breve gestión camporista -comprendida entre el 25 de mayo y el 13 de julio de 1973-, llevó adelante una serie de medidas que fueron radicalmente importantes en términos políticos y sociales, en el marco de un proyecto de reconstrucción nacional que tendrán cierta continuidad durante la breve gestión de Perón.