La lucha de los vecinos de Vicente López que se oponen a la construcción del "Vial Costero" llegó en los últimos días a uno de sus puntos más altos. Las escenas de tensión recorrieron varios medios, cuando la policía reprimió a quienes defendían al "Bosquecito" del Paseo de la Costa frente a las topadoras que marcaban el camino de la controvertida obra financiada por el gobierno nacional.
El conflicto socioambiental tiene una gran carga de rebelión cultural, como quedó demostrado ayer en el II Festival artístico "Por el Río". Es que el Bosquecito fue plantado por los vecinos en una jornada de concientización ecológica promovida hace 15 años por la propia Municipalidad de Vicente López, la misma que hoy quiere destruirlo para promover un gran negocio inmobiliario.

Una historia de contradicciones. El Vial Costero se remite a las vísperas de la Navidad del 2004, cuando el Consejo Deliberante aprobó la modificación del código de construcción del Partido, según recapituló uno de los organizadores. Dos años más tarde, también se modificó la línea de ribera para permitir construcciones más cercanas al Río de La Plata, y luego hubo un convenio entre la Provincia de Buenos Aires y el Municipio.

"Quieren convertir esto en otro Puerto Madero", se quejó uno de los vecinos que se acercó ayer al Paseo de la Costa. "A lo que queda del Paseo", acotó otro, porque lo cierto es que este espacio verde ya no es el mismo del que fuera proyectado para toda la comunidad, cuya construcción comenzó en 1999, siguiendo las bases del proyecto ganador de un concurso del año 1993.

El origen del Bosquecito fue recuperado por los vecinos, al enviar a los medios un aviso de 1995 en la que la Municipalidad llamaba a la comunidad a "una gran plantada de árboles" en memoria de los ex-combatientes de Malvinas. Otro antecedente puede incorporarse: la ampliación de la autopista Panamericana, que generó la protesta de la comuna en la década de 1990 porque la obra ponía en peligro los árboles que estaban en las laderas.

Increíble o no, todas las ideas y vueltas sucedieron durante el mandato de un mismo intendente, Enrique "Japonés" García, quien ya superó las dos décadas en el poder. De hecho, en una entrevista del 2007 a La Nación, García explicitó que su principal obsesión en este sexto mandato es la costa: "Vamos a hacer también algo muy parecido a Puerto Madero. Haremos un shopping, un polideportivo, una nueva estación ferroviaria, hoteles cinco estrellas".

De hecho, según denunció a InfoBan el concejal Walter Rojas (Bloque SI), presidente de la comisión de Ecología de Vicente López, por las obras del Vial Costero se está inclumpliendo la ordenanza 71/94. La misma prohibe la tala en el partido y remite justamente al tiempo de la ampliación de la Panamericana, cuando el intendente encabezó la protesta y llegó a atarse a uno de los árboles, que finalmente fueron transplantados.

Los espacios en disputa. Entre los argumentos de los vecinos, uno de los principales es que Vicente López cuenta con una proporción muy baja de espacios verdes: la Organización Mundial de la Salud establece diez metros cuadrados por habitante, una cifra que el Municipio no alcanza, más aún si se limita el Paseo de la Costa. Por eso, señalan que el cambio de actitud de García tiene que ver con que existe un gran negocio inmobiliaria en la costa.

El Vial Costero es una avenida de cuatro carriles que ocuparía unos 30 metros de ancho a través de todo el partido de Vicente López, unas 40 cuadras en paralelo a la Avenida Libertadores. Las agrupaciones vecinales advirtieron que no serviría para facilitar el tránsito, ya que no tendría continuidad con la Ciudad de Buenos Aires y con el Partido de San Isidro, sino que se limitaría a desagotar a la nueva población que viviría en las torres de la zona, "cortando al medio al Paseo de la Costa".

Pero este espacio verde no es lo único que está amenazado por el Vial Costero, que ya lleva unos 800 metros construidos. Según destacó hoy Página 12, existen cien familias del barrio El Ceibo que están en el trazado de la avenida, quienes tienen derecho sobre el terreno ocupado. También corre peligro el campo de deportes municipal número 3, donde se encuentra una pista de bicicross, que había protagonizado ya la sección "Proteste Ya" de CQC en el año 2008.

La situación actual es de tensión permanente, porque existe un campamento de resistencia frente al avance de las obras viales, con la posibilidad de una nueva intervención policial. En el medio, por supuesto, hubo repercusiones políticas, con las declaraciones de la presidenta Fernández quien llamó a "no poner palos en el camino del progreso", y la participación en los negocios de Carlos de Narváez, hermano de Francisco. Hoy la protesta cuenta con el apoyo multipartidario de Proyecto Sur y la Coalición Cívica.

Ante esta situación, la semana pasada se cursó una acción de amparo, patrocinada por la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, que todavía no encontró respuesta de la Justicia. Las principales demandas ante los gobiernos local, provincial y nacional tienen que ver con las irregularidades en la evaluación de impacto ambiental, como la falta de una instancia de participación ciudadana para decidir el destino del espacio público.
Publicado el 5 de JULIO del 2010