Lo fundamental desde este pensamiento es salvarlas, quieran o no de esta actividad denigrante que acaba denigrándolas y obnubilándoles la conciencia de manera que no son capaces de pensar qué es lo que más les conviene. Pero en definitiva, en ninguno de los tres casos las prostitutas |
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aparecen como sujeto de derechos y por el contrario son ubicadas por la misma sociedad en una categoría particular de mujer, que queda diferenciada y queda apartada del resto de las "mujeres buenas". Es la "mala mujer" por juzgada excelencia.Una idea que, pese a todos los cambios. |
Otro sector social, considera que la prostituta es básicamente una víctima, bien de las circunstancias (mujeres pobres, con traumas infantiles o víctimas de violencia sexual en una etapa temprana de la vida) bien de la maldad de algunos hombres (que las engañan y coaccionan para que ejerzan el meretricio). |
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